Cuando analizamos la cuestión paraguaya debemos aprender a ver las acciones y reacciones a nivel regional y mundial como un todo, en los post anteriores habíamos dicho que la Discusión de Fondo era precisamente el contexto en que se dieron los hechos que llevaron a la destitucion de Fernando Lugo. Paraguay es el teatro de operaciones de una guerra de dos modelos económicos y políticos que no pueden coexistir juntos, por un lado el pensamiento regional y por el otro la hegemonía imperialista.
Todo el resto del debate, son simple maquinaciones, parte del folclore y el imaginario colectivo o cortinas de humo que lanzan los actores para que no podamos ver los entretelones de esta contienda, el bosque que tapa el árbol. Así, nos perdemos en vacuas discusiones mientras en otros niveles negocian el futuro de nuestra Nación sin que lleguemos a enterarnos nunca de los pormenores, las razones o los intereses que los motivan.
Ya hablamos de las motivaciones y los intereses foráneos que juegan su papel dentro de esta crisis, existen cuestiones puntuales para debatir, pero ese debate lo dejaremos para el Grupo . En esta ocasión analizaremos las motivaciones y los intereses de nuestra política criolla
El sistema político paraguayo lo maneja un poco mas de media docena de caudillos, al mas puro estilo feudal, teóricamente se vive en democracia, pero los actores principales y únicos del panorama político son estos caudillos y la caterba que los acompaña. Estos, a base de un sistema democrático corrupto, constituyen un poder hegemonico que coarta las posibilidades de que los ciudadanos expresen su voluntad real más allá de los partidos ya existentes.
En el diseño de la democracia representativa, los partidos políticos ocupan un lugar secundario e intrumental, siendo su principal función la de constituirse como uno de los vehículos que facilitan al ciudadano-elector escoger a sus representantes; sin embargo, este papel se ha modificado sustancialmente. Primeramente porque, ya sea por la fuerza, de hecho o por ley, los partidos fueron apropiándose el monopolio de esa instrumentalidad y en la práctica se convierten en el "único vehículo" para acceder a la representación del pueblo en los órganos del Estado.
En segundo lugar, porque los partidos pasaron a asumir un creciente control sobre el ejercicio de la representación popular, sometiendo a los representantes del pueblo a la disciplina partidaria. Partiendo de la base de que los partidos son un mal necesario, los ciudadanos se van apartando de ellos y buscan otros cauces para intervenir, lo que lleva a la creación de los llamados "grupos de presión". Y finalmente, los temas sustantivos del quehacer político pasan a ser definidos, asumidos y resueltos por los caudillos de estos partidos políticos.
Los órganos del estado que fungen como lugares del ejercicio de la representación, tienden a vaciarse de contenido y el Parlamento queda redefinido como el lugar en el que se reúnen "comisionados de partidos" vinculados a las decisiones de éste, para dejar constancia de decisiones ya adoptadas en otros ámbitos. Es evidente que aquí ya no se trata de un Estado democrático, sino de un Estado de partidos.
No es casualidad que estos caudillos esten ligados directa o indirectamente con quienes poseen las fuentes de riqueza, la oligarquía agro-ganadera e incluso el narcotrafico, dado que el alto coste de las campañas políticas en las democracias siempre han supuesto una barrera de entrada al poder, los aportes y los negocios desde el poder siempre son bienvenidos, es aquí cuando la "representación" atiende únicamente a aquellos que los apoyaron, no ateniéndose al mandato de la voluntad general, con lo cual el mandatario puede ser destituido por voluntad de los mandantes, que en este caso no es el pueblo, por el simple hecho de atentar contra los intereses de estos caudillos o de quienes negocian con ellos.
El articulo 3 de nuestra Constitución Nacional dice: "El pueblo ejerce el Poder Público por medio del sufragio. El gobierno es ejercido por los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial en un sistema de separación, equilibrio, coordinación y recíproco control. Ninguno de estos poderes puede atribuirse, ni otorgar a otro ni a persona alguna, individual o colectiva, facultades extraordinarias o la suma del Poder Público.
La dictadura está fuera de ley". Pero en realidad en esta partidocracia el pueblo solo vota a una lista digitada por estos caudillos, el gobierno es ejercido por los tres poderes también controlados por esta misma partidocracia, no existe equilibrio entre poderes dado que el Legislativo puede atribuirse la suma del poder publico, invocando una supuesta "representatividad", puede revocar mandatos en cualquier momento a través de herramientas como el Juicio Político, pero el mandato Poder Legislativo es irrevocable hasta las próximas elecciones.
Tampoco es casualidad que nuestra supuesta democracia funcione de esta manera, el sistema se basa en la misma Constitución Nacional, que los caudillos de turno aprobaron en 1992. Con ella revisten de legalidad cualquier desicion que toman, por mas arbitraria que fuera, aun en contra de los intereses del pueblo, aun a costa del futuro de la Nación. No es de extrañar que esta clase política juegue a favor de intereses hegemonicos extranjeros representando a un pueblo que solo les interesa en tiempos de elecciones.
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1 comentarios:
En muchas discusiones en varios foros, leo a los golpistas decir, que en el Paraguay se vota; se cuidan mucho de no usar el término de ELEGIR,que implica electores. Con el sistema actual de "listas cerradas y bloqueadas" es el caldo perfecto al statu quo de la partidocracia, pues ellos son los que ELIGEN y el pueblo los legitima con el "voto" entregando, hipotecando, prostituyendo de ese modo su soberanía de "mandante" a los caciques que se convierten,después de las VOTACIONES, en los verdaderos "mandantes" y "mandatarios" al mismo tiempo en cuanto al Congreso se refiere. Y con ello, la inmunidad parlamentaria se convierte en IMPUNIDAD para hacer lo que les canta. Y eso no es democracia.
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