Transcurría la primera mitad del 2012, y las cosas parecían francamente diferentes. La ciudad parecía por primera vez que era dinámica. Si antes uno se iba del país y volvía después de una década encontraba igual, ahora uno se iba por un año y le costaba reconocer su ciudad. Edificios en construcción por doquier, restaurants nuevos alrededor y automóviles 0 km aflorando como hongos.
Uno veía la cartelera de espectáculos en Asunción, y entre varios conciertos previstos uno se podía encontrar con artistas como Paul McCartney. Uno averiguaba el precio de las entradas, y veía que el promedio era de unos 500 mil guaraníes, y la más cara era de 3 y medio. Están locos uno pensaba. El loco era el que pensaba eso, lleno total en el Defensores del Chaco. Hace una década si a alguien le decían que Paul McCartney vendría a Paraguay, la risa iba a ser general. Si le decían que 5.000 (o cuantas fueran) entradas por 3 millones y medio se iban a vender, le internaban en el manicomio.
Lo más inaudito, es que uno antes podría haber reconocido a todos los 5.000 que compraban la más cara, ya que eran siempre los mismos. Ahora no. Muchos de los que pudo haber reconocido, eran gente o vinculada con la política, o que vinculadas alguna vez se pegaron el golpe a la riqueza.
La gente estaba diferente en el 2012. La cara de la gente parecía menos oprimida, más libertad para trabajar y salir adelante. La gente estaba con menos rabia y parecía ser más productiva. El día a día citadino, parecía cambiado. Si antes la norma era que en el manejo vehicular a uno no le den paso en una boca calle, ahora impresionantemente la gente cedía el paso. La mayoría de la gente parecía mas feliz y menos agresiva.
Se festejaba el Bicentenario, e inauditamente, se llenaba, mas inauditamente aun era que a pesar de la cantidad de gente, no había disturbio. Antes, quedarse hasta los 2.00 AM en una kermesse popular, era garantía que uno iba a presenciar disturbios.
En el Gobierno en esta época, teníamos un obispo que como toda cosa del ayer, era “a lo Paraguay”. Ni el mandato mínimo de celibato podía mantener, y llamarlo degenerado es poco. Para rematar era karu va’i, llamarlo radiador (se le pegaban todos los bichos) parecía hasta poco para describirlo. De tan fea que era su faena, uno ya podría pensar que lo hacía por un espíritu verdaderamente católico, y lo hacía como mecanismo de consolación al prójimo. Por ahí, de tan feas que eran, no tenían posibilidad de ser madres y ahí entraba el espíritu católico de nuestro representante.
Queda obvio que desde un punto de vista moral, tildar de su conducta pasada de reprobable es poco. Habría ejemplos de representantes anteriores algo degenerados, pero bueno, no viene al caso, se supone que los tiempos cambiaron.
Desde un punto de vista técnico, obviamente era un completo incompetente. No entendía nada sobre ninguna materia. Pero sinceramente? Que se esperaban de él? Si él no hubiera sido Obispo, y emigraba a Londres, habría algún trabajo que podría haber hecho aparte de portero? Bueno, en realidad eso es aplicable a la masa política paraguaya a nivel general.
Desde un punto de vista político (y sentido común), llamarle torpe es un elogio. Había cosas que resultaban inexplicables como era capaz de hacer. El nombramiento de un amariconado como Carlos en el Ministerio del Interior, es el perfecto ejemplo de hasta donde la estupidez humana puede llegar. Es una aberración de la lógica. En primer lugar, en el Ministerio del Interior se mete a alguien mbarete, a la que un policía carente de formación le pudiera respetar, punto. En segundo lugar, porque es un inútil y ya lo demostró al frente de la Municipalidad, cuya demostración de inutilidad fue una de las causantes para que un partido paraguayo desaparezca del panorama político. Y en tercer y último lugar, porque su nombramiento a pesar de lo anterior, no le servía a nada ya que no tiene arrastre político. Carlos, representa solamente una banca en el Senado, el Partido Liberal representa casi el 1/3 del Senado.
Por ende, si tanto quería darle un cargo a su socio, que lo es por A o B motivo, lo pudo haber hecho sin quemarse, como lo hicieron sus antecesores.
En síntesis, le pudo haber dado un cargo como Consejero de Itaipú, con un sueldo infinitamente superior, con menos responsabilidad y sobretodo donde no podía hacer cagadas.
A pesar de la imbecilidad del Obispo, es posible decir que fue un Gobierno malo?
Mucha gente menciona que el país creció “a pesar” de Lugo. Sin embargo una afirmación de dicho tipo puede resultar algo estúpida también. Juuuuuuuuuuuuuusto ahora se dio la casualidad? Desde un punto de vista causa-efecto es una estupidez, así como lo es desde un punto de vista técnico. El país creció sobretodo por un entorno macroeconómico favorable, que es creado única y exclusivamente por el Gobierno. Las tasas en dólares no estuvieron tan bajas en la historia y mucho menos en guaraníes. Por otra parte nuestra moneda, nunca se aprecio de tal manera y sobretodo nunca fue tan previsibile. Eso permitió que los bancos privados directamente o indirectamente con fondos del Gobierno (AFD) pudieran financiar el sector productivo, la soja y la ganadería. Hubo una importación record de maquinarias agrícolas y los remates de los toros se hacen por la cuota de préstamo.
Ahora bien, uno si puede argumentar que las condiciones macroeconómicas, lo fueron creadas por Hacienda y el Banco Central con justa razón. Sin embargo, justamente su inutilidad, falta de capacidad para imponer su voluntad y falta de apoyo partidario, hacían que justamente no se puedan tocar gente “clave” del Ejecutivo, a pesar de ser apartidarios y muchas veces ir en contra del deseo del Presidente.
En otras palabras, se podría entonces definir que Lugo le era un “idiota útil” al pueblo paraguayo?
Es posible que la idiotez de Lugo, justamente haya podido hacer que los técnicos finalmente tomen el poder, y los seccionaleros de cuarta no afecten tanto el porvernir de nuestra economía?
Por ahí esa fue la interpretación de muchos capitalistas de afuera. Las inversiones multimillonarias en aceiteras, puertos, cementeras, Rio Tinto, estuvieron a la orden del día. Por ahí nos habíamos adecuado al mundo internacional, en donde el político no puede interferir tanto con los privados y deja de hacer. Tenemos un sector privado que pudo crecer “a pesar” del Gobierno, pero no con la oposición de este.
La confianza en Paraguay, era muy grande también desde el sector público internacional, y negar esto implica desconocer la cantidad de proyectos y préstamos otorgados por el Banco Mundial y el BID. Obviamente cuanto proyecto salía, proyecto era macheteado. Se quería por ejemplo mejorar el vergonzoso transporte público asunceno que usan casi 1.000.000 de compatriotas, y nuestro Congreso representante de lo rasca que somos, se encargaba de machetear la posibilidad, con la excusa que encontraba valida.
Lo más triste del caso, es que los “idiotas útiles” del pueblo, a veces creían como valido los argumentos esgrimidos. En todo el mundo desde Ecuador hasta Inglaterra se utiliza un sistema, pero “aca no va a funcionar”. O si no, que por ahí “se iban a tragar la plata”, siendo que la Justicia sigue en manos de los que mencionaban eso. Ahora lo de tragar, pierde aun mas su fuerza, ya que hasta donde se sabe el Obispo después de renunciar, volvió a su misma casa, no a una nueva de una hectárea en el Barrio Herrera.
Desde que asumió el Obispo, siempre estuvo expuesto a que se lo eche. No tiene partido, y de reverendo solo tiene lo pelotudo. No entendió que al PLRA lo podía manejar solo con cargos, y no lo hizo. Pensó que Oviedo no conspiraría, pero no entiende la naturaleza básica de este ex militar que va a conspirar, aunque el mismo sea el Presidente, es su diversión y modo de vida.
Lo que no se espero completamente es que el Partido Colorado iba a estar dispuesto a entregar el poder a un liberal, mucho menos a 9 meses de las elecciones. Y hasta parecería que la imbecilidad de Lugo, le fue contagiosa a un partido que si hay algo que no le falta es una viveza, que muchas veces puede ser auto destructiva. Pero bueno, primero esta uno, luego el Partido, y luego la Patria.
No tuvo en cuenta, y fue imposible de medir, que Cale a pesar de haber recibido muchos golpes y la política paraguaya algo evolucionada, el tenía todavía capacidad de influir en las personas.
Uno piensa que el telemarketing de la tele con sus “pseudo” fundamentos técnicos no vende más, pero se equivocan, sigue vendiendo.
Para Cale el panorama estaba negro. Por poco se vino el desbloqueo y estaba afuera. Hace poco le habían dejado con menos operadores. De nacer con pocas oportunidades y promover calesitas, llego al Senado, dura fue su vida, difícil le fue llegar hasta ahí. Su PC estaba muerto, y se había peleado con los candidatos más probables para Presidente, y estaba más negra todavía la situación.
Era hora de patear el tablero, antes de que le pateen a uno.
Primero viene uno y después el Partido. Alguno de sus colegas, pensaron como él, ya que están en su misma situación; a otros les hizo pensar que en realidad se estaba haciendo lo contrario, y consiguió.
Esta persona, menciona que la vida privada determina su actuar. Y es cierto, y el vicio al juego, es uno de los peores, ya que puede arruinar fortunas y familias. El apostador, se siente vivo cuando juega, y por más que intente no hacerlo, el vicio es más fuerte y lo hace en lo cotidiano. Apuesta a que a pesar del aparato estatal los azules no podrán llegar, ya que están demasiado fuertemente divididos.
Varias apuestas en el pasado hizo, algunas le salieron bien, otras no, lo importante es que el queda. Aposto por echar un Presidente el pasado y le salió. Aposto por liberarle a Oviedo antes de las elecciones del 2008, pensando que le robaría votos a Lugo, siendo evidente que un oviedista es más probable que le vote a un colorado que a un izquierdista, pero bueno, resulta evidente que escupió al cielo, y esperemos que lo vuelva hacer.
Lo que más llama la atención es que la gente no se dio cuenta de que pasamos de tener a un “idiota útil”, a ser “idiotas útiles” del status quo; pero no se preocupen que por ahí otros partidos también lo serán por culpa de una única persona. Esperemos que se haya equivocado, y podamos tener otro Gobierno en cual los ciudadanos podamos crecer “a pesar” del mismo.
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